y pasiones desconcertantes.
Por $7.99
logramos abrir puertas
al infierno, a Narnia
y a Hogwarts
sin la necesidad de ver
ninguna de las películas
de Harry Potter.
Nos atamos al televisor
y a los programas que ahora vemos
en Super HD y surround sound.
Adquirimos el poder de controlar las estadías
de todos los personajes
en los hoteles apretados
de nuestra miserable vida
y nuestras solitarias noches
(con la ocasional excepción de usarlo
en favor de nuestra vida social
y hasta sexual;
gracias, Netflix).
Y con el PlayStation, el iPad, el iPhone
o la simple y sencilla
computadora
empezamos a vivirnos todas las vidas
posibles en este mundo
de sueños e islas y satélites separados
del resto de la gente.
Porque como buen mundo de sueños
-aislado y
de colores-
Netflix nos ha logrado desconectar
finalmente
de la línea mainstream del tiempo.
- Carlos Eduardo Silva