me compré un Panamera,
brilla mi cubana, también mi sortija
y se nota de adentro pa’ fuera”
- Arcángel
Yo me compré una Kia Soul
e intento llegar a sesenta en la avenida
sin que me coja algún azul;
la pongo en sport pa’ comerme a los Corollas
y sentir que los 20 mil valen la pena.
Me compré una Kia Soul
y recuerdo las veces que mi abuela estuvo a pie
mientras mi otra guagua se dañaba.
Ahora mi abuela viaja como quiere,
dando bandazos en mis sueños
como si Dios la carreteara.
Yo pienso en la Kia Soul
y recuerdo mi sortija ‘e graduación,
derretida en algún horno por cien pesos,
y la cubana que me regaló mi pai,
enganchada quizás en algún cuello lejano
donde detiene otros ladridos.
Yo me compré una Kia Soul
y tengo que hacer Uber pa’ pagarla,
pero la tengo siempre limpia
y entre mi perfume y los pinitos
siempre huele cabrón.
La uso entonces pa’ descubrir la lluvia
en lo que llega una llamada.
En esas noches, bajo los postes
de un Ponce vacío,
a veces miro el baúl
y recuerdo el cuerpo frío de mi perra
camino a un hospital cerrado
y vuelvo a caer en cuenta
de que el alma se me ha ido cayendo.
Pero me compré una Kia Soul
a ver si la puedo volver a montar.
- Carlos Eduardo Silva