Navidad para mí
ha sido atravesar San Juan
a las once de la noche en el Toyota Corolla
de mi mejor amigo
con mi otro mejor amigo,
buscar a su novia en el carajo
y que ella nos guíe por el carajo
para llegar a algún sitio
lleno de estas lucecitas de siempre.
Bajarnos una jarra gigante de sangría,
que nos cobren tapas que no pedimos
pero que saben igual de buenas
que las que sí pedimos.
Volver del carajo.
Buscar a mi otro mejor amigo a P.F. Chang’s en su carro,
llevarlo al apartamento a cambiarse.
Salir a la una de la mañana y dar vueltas
por el área metro
escuchando canciones
de ese reggaetón de segunda década.
Ir a cien, reírnos
de la más mínima estupidez,
seguir dando vueltas, llegar al
Viejo San Juan,
no encontrar nada que satisfaga la activaera.
Terminar en el apartment
comiendo dulces
y jugando Call of Duty.
- Carlos Eduardo Silva
ha sido atravesar San Juan
a las once de la noche en el Toyota Corolla
de mi mejor amigo
con mi otro mejor amigo,
buscar a su novia en el carajo
y que ella nos guíe por el carajo
para llegar a algún sitio
lleno de estas lucecitas de siempre.
Bajarnos una jarra gigante de sangría,
que nos cobren tapas que no pedimos
pero que saben igual de buenas
que las que sí pedimos.
Volver del carajo.
Buscar a mi otro mejor amigo a P.F. Chang’s en su carro,
llevarlo al apartamento a cambiarse.
Salir a la una de la mañana y dar vueltas
por el área metro
escuchando canciones
de ese reggaetón de segunda década.
Ir a cien, reírnos
de la más mínima estupidez,
seguir dando vueltas, llegar al
Viejo San Juan,
no encontrar nada que satisfaga la activaera.
Terminar en el apartment
comiendo dulces
y jugando Call of Duty.
- Carlos Eduardo Silva